
Aquí estoy, en mi agujero desordenado, detrás de los balcones, regios. Jardín seco. Un día más se repite la misma canción, martirizo a mi vecino con la misma canción; la enfermedad se agita. Y mi cerebro podrido se agita. El exceso de café me agita, y no logro vomitar, aunque quisiera. Arcadas secas, como mi jardín seco. Pero he visto brotes en las ramas secas, y también han germinado las semillas de limón de noches de martini y borrachera barata. Noche de San Juan, mi padre, mi hermano, y mi amigo Juan. Y he quemado unos papeles en mi balcón regio, junto al jardín seco, que no está tan seco como creía.
Quiero vivir en una casa regia, como la casa del amor de la fiesta de la calle Reina, y salir de este agujero desordenado. Y tener un jardín que no esté seco, y plantar allí mis limoneros, y beber martini que no sea barato.
Que alguien me ayude a vomitar, es la noche de San Juan, y se acaba.