18/6/09



Si el amor existiera, olería a magnolia, pero el amor no existe. Pero a mí me gustaría que oliese a magnolia...
Déjame emborracharme de Moët Chandon en este banquete solitario, en el que hay tanta gente que me habla y que me recuerda a tí, pero en el que tú no estás. Déjame celebrar este aniversario Doloroso, Santo Caprichoso.
Entrantes, primer plato, segundo plato. Tartas de crema y fresas con champagne francés, como le gustaba a mi abuela. Danzaremos el vals del desamor (uno-dos, uno-dos) para celebrar tu amor, el que le gustaba al abuelo.
Muslitos de perdiz en bandeja de plata. Trece de junio, mesa uno.

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